Para no molestar a las monjas que residían en el convento, los curas salían poco de sus cuartos y procuraban ducharse tarde para no encontrarse con las monjas.
Una noche salieron de sus cuartos para ducharse, cuando estaban en las duchas se dieron cuenta de que no tenían jabón.
Entonces uno de ellos dijo....¡¡¡Yo tengo jabones en mi cuarto!!! Voy a por ellos.
Y el cura salio corriendo para su cuarto totalmente desnudo, pillo dos jabones uno en cada mano y salio otra vez corriendo para el baño, pero de repente se cruzo con tres mojas, desesperado sin saber donde esconderse, el cura se pego en la pared y se quedo inmóvil como una estatua.
Las tres monja al ver la estatua se quedaron admirándola y una de ellas, acerco su mano a las partes intimas del cura y tiro de su miembro....El cura del susto dejo caer uno de los jabones..Las monjas empezaron......¡¡¡Una estatua que da jabones que bien!!! y a continuación la otra monja tira de sus partes y el cura suelta el otro jabón y las monjas ¡¡¡Estupendo!!! La tercera monja para no ser menos, quería también su jabón....y tira de sus partes y no sale nada, Y tiro otra vez, Y tiro otra vez, Y tiro, tiro,tiro,tiro,,Y de repente grito¡¡¡¡MILAGRO MILAGRO SALE CHAMPÚ!!!!
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